La Iglesia

El pueblo de Dios.

 La iglesia  fue establecida por Jesucristo, Mateo 16:16-19,  y la componen todos aquellos que, en cualquier lugar de la tierra, independiente de raza o color, proclamen a Jesús como su Señor y Salvador, Mateo 16:16-18.

a. La iglesia Universal.

La iglesia está en todo lugar donde se proclama su Nombre y se reúnen los que han sido redimidos por la sangre del Cordero, Colosenses 1:12-14.

Los miembros de la iglesia se caracterizan por que han tenido un encuentro con Jesucristo, 2 Juan 1:1; son llamados fuera de las cosas pecaminosas del mundo, 2 Corintios 6:16-18; su regla de fe es la palabra de Dios, Colosenses 3:16; y son salvos por toda la eternidad, Hechos 2:47.

Jesús es el Señor de la iglesia, San Pablo compara la iglesia con un cuerpo en el que Cristo es la cabeza, esto es la autoridad, y los miembros son su cuerpo, 1 Corintios 12:12-13, Efesios 5:23.

b. La iglesia Local

El lugar donde el Señor añade los que han de ser salvos. Aquí el creyente se hace miembro, perteneciendo a la congregación, luego de entregar su corazón a Jesús y ser bautizado en agua, Hechos 2;42-47.

Creemos que cada iglesia es independiente en su gobierno y estrategias para llevar a cabo la misión que Dios le ha encomendado, Apocalipsis 1:20, (Cada iglesia en Asia tenía independencia, el Señor tiene un mensaje diferente de acuerdo a la necesidad y estado de cada una, y lo envía a cada pastor por separado.)

La iglesia bautista posee un gobierno congregacional, donde cada miembro tiene voz y voto lo cual que le permite a cada iglesia local llamar a su pastor, nombrar sus oficiales, recibir o no a los miembros, y desarrollar sus proyectos.

La iglesia tiene el respaldo de la organización a la que pertenece a nivel nacional y puede cooperar con el trabajo de otras congregaciones.

c. El propósito de la iglesia:

a.        Llamados a la comunión con Cristo, lo cual implica: Oración, adoración y alabanza.   Corintios 1:9.

b.        Comunión unos con otros. Hechos 2:42. Mostrando testimonio del amor de Dios a través de una unidad perfecta. Juan 17.

c.        Predicar a toda criatura el evangelio. Mateo 28:20. Llevar a las almas perdidas las buenas nuevas de lo que Jesús hizo por ellas. Romanos 10:8-9.

d.        Mantener firmeza en medio del sufrimiento y la persecución. Mateo 5:11-12.

e.        Mostrar al mundo la persona de Jesús a través de su manera de conducirse. 1 Tesalonicenses 4:1

f.        Esperar la venida de Jesucristo, con temor y sin caída. Apocalipsis 22:17.

d. Deberes de los miembros.

a.   Ser bautizado en agua de acuerdo de acuerdo a las escrituras en Mateo 28:18-20 y  Marcos 16:15-18.

b.  Asistir con frecuencia a la iglesia. Hebreos 10:25.

c. Dar buen testimonio dentro y fuera de la iglesia. 1 Timoteo 3:7.

a.        Sostener la obra del Señor con sus diezmos y ofrendas. Malaquías 3:10
b.        Testificar del Señor a los perdidos. Marcos 16:15.
c.        Integrarse a los programas establecidos de la obra.
d.        Guardar respeto en la casa de Dios. Habacuc 2:20

e. Responsabilidades

a.        Ser luz en medio de las tinieblas. Mateo 5:12-16

b.        Testificar a los inconversos del poder transformador del Señor por medio de la fe en el evangelio. Romanos 1:16.

c.        Orar por todos los hombres. 1 Timoteo 2:1-5

d.        Hacer las obras por la cuales el Espíritu ha sido derramado en nosotros. Isaías 61:1-4

e.        Amar a los enemigos. Mateo 5:43-48.

f.        Restaurar al caído. Gálatas 6:1-2

g.        Apartarse del que anda en herejías y fomenta falsas doctrinas y divisiones. 2 Juan 1:8-11.

f. Privilegios

a.        Recibir el mensaje de la palabra de Dios con el propósito de ser formado en la voluntad de Dios, 2 Juan 1:8-11

b.        Ser provisto, siendo visitado, aconsejado o ayudado según su necesidad.

c.        Ser exhortado, animado, estimulado, corregido y disciplinado.

d.        Tener acceso a trabajar, según la capacidad que posea, en la obra del Señor. 1 Corintios 2:12-27.

e.        Participar de la Cena del Señor. 1 Corintios 11:23-26.

f.        Aportar ideas en bien de la obra del Señor. Efesios 4:7-8.

g.        Tomar en cuenta al pastor para decisiones importantes que necesitan dirección.

g. La iglesia y su comunidad


La iglesia puede integrarse al progreso de la comunidad en tanto que dichas actividades no  atenten contra sus principios o creencias. La proyección de los creyentes a sus comunidades da un testimonio muy positivo de nuestro interés por el bienestar de los demás y nuestro amor por los necesitados, Hechos 9:36-42.

h. La iglesia y el estado.


Aunque la iglesia y el estado deben estar separados, nuestra responsabilidad es reconocer a los que están autoridad y respetarlos; por cuanto no hay autoridad que no sea puesta por Dios, Romanos 13:1-7. También debemos clamar por quienes están en puestos de eminencia, con el fin de que vivamos quieta y reposadamente, 1 Timoteo 2:1-6; el mensaje del evangelio trae bendición a las naciones, a la familia y al individuo.