

Volver al glorioso principio
Creemos que en la salvación el hombre debe de nacer de nuevo, Juan 3:1-3, que dicho nacimiento es una nueva vida en Cristo Jesús, 2 Corintios 5:17, y que procede de forma instantánea, no progresiva, en el momento en que el hombre entrega su corazón al Señor. Es aquí cuando somos hechos participantes de la naturaleza misma de Dios, por medio del Espíritu Santo que nos es dado en momento de la conversión. Juan 1:12-13, 1 Pedro 1:22-23.